Reflexión 1.
“El fin justifica los medios” ...En la actualidad vivimos en un mundo globalizado y competitivo, en donde la ética y la moral son dejadas a un lado para conseguir nuestros ideales a costa de lo que sea, muchas veces a costas de dañar a mi oponente o conseguir lo deseado de manera fraudulenta. Es ahí donde nuestra sociedad aplica la frase con la que iniciamos, pero a la hora de solucionar nuestros problemas buscamos constantemente valernos de dicha ética y moral que dejamos a un lado cuando no nos convenía. De esta manera nuestra sociedad afronta estas dos caras constantemente, sin darse cuenta que es necesaria la construcción de una verdadera sociedad, enfocada a ser en sí misma una morada de paz y armonía que le permita al ciudadano desarrollarse plenamente en el respeto y la tolerancia; y no un ser envuelto en la desconfianza; y no un ser envuelto en la desconfianza y el egocentrismo, incapaz de escuchar a los demás al creer que todo lo sabe, sino al contrario con el ímpetu de juzgar.
De la misma manera es necesario decir que la construcción de dicha sociedad no es obtenida sólo desde un aspecto netamente social, sino que también desde los aspectos cultural y físico. Es decir, por un lado, nuestra ciudad es como nuestra casa sí nuestra casa es agradable somos felices en ella, pero si por lo contrario está se encuentra en un ambiente inhóspito se verán reflejadas más conductas no cívicas en nuestra ciudad. Y por otro lado debemos crear una especie de tejido entre lo social y lo cultural que sigan la misma dirección cívica y en el que reine la inclusión, la participación ciudadana, la equidad y la convivencia.
Es necesaria la creación de una cultura ciudadana que vaya en una dirección contraria a lo que nuestra sociedad de consumo nos dirige, en donde no vendamos la idea de una casa dentro de un conjunto residencial como aquello que necesitamos para estar seguros y poder sobrevivir en nuestra sociedad mientras nos dividimos en los llamados “grupos de iguales” y se continúa excluyendo a los más desventajados, mientras se reconoce al otro como al desconocido que merece nuestra desconfianza.
Lo primero a tener en cuenta es la necesidad de encontrar
nuestra identidad nacional y consolidar una personalidad moral cívica, no sin
antes reconciliarnos con el pasado y trazar un camino diferente al que llevamos
y de ahí guiarnos por un proyecto en común de convivencia basado en respeto y tolerancia;
y que consiga la cohesión y correlación entre la ley, la moral y la cultura. El estado por su parte debe realizar reformas en sus
entes de inspección de los recursos para evitar la corrupción, eliminar el
clientelismo político y garantizar al pueblo el orden social y buen
funcionamiento de la nación, poniendo siempre la democracia y participación ciudadana
en primer plano.
Reflexión 2.
Desde nuestros inicios, y como muestra de nuestra condición genética humana, hemos estado propensos a la protección y cuidado de los nuestros, propensos a la evolución y al progreso como comunidad y sólo así hemos podido lograr tantos avances sociales, científicos y tecnológicos. Está claro que no podemos avanzar aisladamente y que necesitamos del otro y de nuestro entorno, de ahí la importancia de convivir armónicamente y de la construcción de un proyecto para la sana convivencia.
La ética acompaña este propósito de construir una sociedad en armonía basándose en la libertad del ciudadano, en la axiología como materia aplicable, en la búsqueda de la felicidad como sinónimo del ejercicio de lo moral, en la integridad del ciudadano, el fortalecimiento de su autoestima, la incentivación de su participación ciudadana y en el fortalecimiento de la confianza del ciudadano en las
instituciones públicas, las cuales deben trabajar en la erradicación de la corrupción.
Por tanto la principal función de la ética es la de convivir en paz y armonía con los demás en pro de evolucionar, pero esto conlleva a otros fines como lo son el desarrollo pleno de nuestras capacidades y potencialidades, buscando siempre nuestra felicidad, la cual va de la mano con las diferentes instituciones públicas encargadas de proveer un sistema justo y equitativo para lograrla. También la ética nos enseña que de nada nos sirve el saber y conocer, sí lo que hemos aprendido se nos dificulta ponerlo en práctica en conjunto con los demás y nos encamina a la salida de nuestra autodestrucción como individuos y como sociedad, al poner nuestra dignidad, libertad y derechos por encima de nuestros intereses.
Reflexión 3.
Por otro lado se ha desestimado la importancia de las humanidades al suponer que todos tienen la capacidad de filosofar, pero no se provee los medios necesarios para que nuestros estudiantes desarrollen esa visión crítica que lo requiere ni los recursos para su profesionalización. Por lo tanto es necesario poner la humanidades en un primer plano para lograr el desarrollo social que deseamos, para lograr esa visión critica que tanto requiere nuestros ciudadanos y de paso conseguir la cohesión social que permita la una convivencia en armonía y paz.
Bibliografía
- Cortina, A. (2013). EL FUTURO DE LAS HUMANIDADES. (Spanish). Revista Chilena De Literatura, (84), 207-217. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=edb&AN=34698402&lang=es&site=eds-live
- Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente la ética? (Spanish). (2014). Recerca, 14. 143-148. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=hus&AN=95871178&lang=es&site=eds-live
- López, I. (2011). ÉTICA URBANA. LA CONSTRUCCIÓN DE UN ÊTHOS CIUDADANO. Escritos, 19(42), 123-142. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2162/openurl?sid=EBSCO%3aedb&genre=article&issn=01201263&ISBN=&volume=19&issue=42&date=20110101&spage=123&pages=123-142&title=Escritos&atitle=%C3%89TICA+URBANA.+LA+CONSTRUCCI%C3%93N+DE+UN+%C3%8ATHOS+CIUDADANO.&aulast=L%C3%B3pez%2c+Ignacio+Ren%C3%A9+Uribe&id=DOI%3a&site=ftf-live
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