sábado, 30 de diciembre de 2017

Desarrollo humano sostenible





La calidad de vida de las personas y el desarrollo social varían de país en país y es un hecho que la mayoría de países desarrollados ofrecen mejores condiciones de vida a sus pobladores. Pero ésto ¿A qué se debe? Según estudios, está característica de varios países se debe a la aplicación de lo que denominamos Desarrollo Humano Sostenible. Esté es la forma en que un país o una comunidad hacen uso adecuado de sus recursos naturales, creando un equilibrio entre el ser humano y el medio ambiente, para asegurar la existencia de nuestras futuras generaciones y mejorar las condiciones de vida de quiénes conforman dicha comunidad.
En pocas palabras El desarrollo humano sostenible es el proceso de equilibrio entre el ser humano y el entorno en el que vive, lo que daría paso a un proceso de convivencia responsable, critica y duradera frente a la administración de los recursos naturales y la convivencia humana. Un proceso que involucra un cambio radical en el modo de vivir actual, proponiendo un pensamiento ecológico y sostenible. 

Este proceso de cambio requiere no solo del compromiso estatal y comunitario de preservar nuestros recursos naturales, sino de la valoración de los mismos. De la creación de una conciencia ambiental ciudadana que permita reconocer la importancia de la preservación de nuestros recursos naturales y protección de nuestro medio ambiente.

El desarrollo humano sostenible también  reclama la necesidad del respeto hacia las diferentes comunidades y etnias, las cuales enriquecen la cultura de un país y permite rescatar su identidad cultural y social. De ahí la incentivación a tener sentido de pertenencia con lo nuestro y de paso aprender a querer y cuidar más nuestros recursos.

El desarrollo humano sostenible posee además, algunas características importantes para su proceso. En primer lugar, debe ser un proceso continuo y permanente, pues de esto depende ese equilibro entre el ser humano y la naturaleza necesario, por otro lado no debe enfocarse en la adquisición de riqueza netamente económica sino en el enriquecimiento de los recursos naturales, por lo tanto debe enfocarse en el ser humano, su desarrollo integral y pleno de sus capacidades y en la administración adecuada y plena de dichos recursos. Esto requiere del uso de materiales de manera equitativa y absolutamente necesaria en pro de un proceso sostenible, es decir responsable y duradero del aprovechamiento del agua, los bosques, el suelo, entre otros.






Bibliografía 


- Galo Muñoz, A. (2004). El desarrollo humano sostenible. Ecoportal.net. Recuperado el 30 de agostos de 2017 en: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/energias/el_desarrollo_humano_sostenible/

- Rendón Acevedo, J. (2007, enero 22). El desarrollo humano sostenible: ¿un concepto para las transformaciones?. Equidad Y Desarrollo, (7), 111-129. https://doi.org/https://doi.org/10.19052/ed.331

- Organización Estado nación. (2017). b_modulo_desarrollo_humano_sostenible.pdf. Recuperado de:https://estadonacion.or.cr/files/biblioteca_virtual/educacion/b_modulo_desarrollo_humano_sostenible.pdf


viernes, 29 de diciembre de 2017

Reflexiones bibliográficas del curso

                 
   

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Reflexión 1.



“El fin justifica los medios” ...En la actualidad vivimos en un mundo globalizado y competitivo, en donde la ética y la moral son dejadas a un lado para conseguir nuestros ideales a costa de lo que sea, muchas veces a costas de dañar a mi oponente o conseguir lo deseado de manera fraudulenta. Es ahí donde nuestra sociedad aplica la frase con la que iniciamos, pero a la hora de solucionar nuestros problemas buscamos constantemente valernos de dicha ética y moral que dejamos a un lado cuando no nos convenía. De esta manera nuestra sociedad afronta estas dos caras constantemente, sin darse cuenta que es necesaria la construcción de una verdadera sociedad, enfocada a ser en sí misma una morada de paz y armonía que le permita al ciudadano desarrollarse plenamente en el respeto y la tolerancia; y no un ser envuelto en la desconfianza; y no un ser envuelto en la desconfianza y el egocentrismo, incapaz de escuchar a los demás al creer que todo lo sabe, sino al contrario con el ímpetu de juzgar.


De la misma manera es necesario decir que la construcción de dicha sociedad no es obtenida sólo desde un aspecto netamente social, sino que también desde los aspectos cultural y físico. Es decir, por un lado, nuestra ciudad es como nuestra casa sí nuestra casa es agradable somos felices en ella, pero si por lo contrario está se encuentra en un ambiente inhóspito se verán reflejadas más conductas no cívicas en nuestra ciudad. Y por otro lado debemos crear una especie de tejido entre lo social y lo cultural que sigan la misma dirección cívica y en el que reine la inclusión, la participación ciudadana, la equidad y la convivencia.


Es necesaria la creación de una cultura ciudadana que vaya en una dirección contraria a lo que nuestra sociedad de consumo nos dirige, en donde no vendamos la idea de una casa dentro de un conjunto residencial como aquello que necesitamos para estar seguros y poder sobrevivir en nuestra sociedad mientras nos dividimos en los llamados “grupos de iguales” y se continúa excluyendo a los más desventajados, mientras se reconoce al otro como al desconocido que merece nuestra desconfianza.




Lo primero a tener en cuenta es la necesidad de encontrar nuestra identidad nacional y consolidar una personalidad moral cívica, no sin antes reconciliarnos con el pasado y trazar un camino diferente al que llevamos y de ahí guiarnos por un proyecto en común de convivencia basado en respeto y tolerancia; y que consiga la cohesión y correlación entre la ley, la moral y la cultura. El estado por su parte debe realizar reformas en sus entes de inspección de los recursos para evitar la corrupción, eliminar el clientelismo político y garantizar al pueblo el orden social y buen funcionamiento de la nación, poniendo siempre la democracia y participación ciudadana en primer plano.




Reflexión 2.


Desde nuestros inicios, y como muestra de nuestra condición genética  humana, hemos estado propensos a la protección y cuidado de los nuestros, propensos a la evolución y al progreso como comunidad y sólo así hemos podido lograr tantos avances sociales, científicos y tecnológicos. Está claro que no podemos avanzar aisladamente y que necesitamos del otro y de nuestro entorno, de ahí la importancia de convivir armónicamente y de la construcción de un proyecto para la sana convivencia.



La ética acompaña este propósito de construir una sociedad en armonía basándose en la libertad del ciudadano, en la axiología como materia aplicable, en la búsqueda de la felicidad como sinónimo del ejercicio de lo moral, en la integridad del ciudadano, el fortalecimiento de su autoestima, la incentivación de su participación ciudadana y en el fortalecimiento de la confianza del ciudadano en las instituciones públicas, las cuales deben trabajar en la erradicación de la corrupción.


Por tanto la principal función de la ética es la de convivir en paz y armonía con los demás en pro de evolucionar, pero esto conlleva a otros fines como lo son el desarrollo pleno de nuestras capacidades y potencialidades, buscando siempre nuestra felicidad, la cual va de la mano con las diferentes instituciones públicas encargadas de proveer un sistema justo y equitativo para lograrla. También la ética nos enseña que de nada nos sirve el saber y conocer, sí lo que hemos aprendido se nos dificulta ponerlo en práctica en conjunto con los demás y nos encamina a la salida de nuestra autodestrucción como individuos y como sociedad, al poner nuestra dignidad, libertad y derechos por encima de nuestros intereses.





Reflexión 3.


Las humanidades, entendidas como un conjuntos de disciplinas relacionadas con la cultura, se diferencian en gran medida de otras disciplinas, por lo que mientras otras disciplinas requieren de métodos científicos más precisos y de procesos investigativos más profundos, las humanidades se enfocan en la compresión de reacciones humanas y sus significados en función de la cultura, la época histórica y la historia vital; analizando constantemente el papel de la ética y la moral en la conducta humana. Irónicamente las humanidades destacan la importancia de la convivencia humana, pero su estudio se realiza en solitario y por lo tanto es malinterpretada como la ciencia de menor demanda económica y por ende cuenta con menor apoyo económico, perjudicando el estudio de la misma. 


Por otro lado se ha desestimado la importancia de las humanidades al suponer que todos tienen la capacidad de filosofar, pero no se provee los medios necesarios para que nuestros estudiantes desarrollen esa visión crítica que lo requiere ni los recursos para su profesionalización. Por lo tanto es necesario poner la humanidades en un primer plano para lograr el desarrollo social que deseamos, para lograr esa visión critica que tanto requiere nuestros ciudadanos y de paso conseguir la cohesión social que permita la una convivencia en armonía y paz.







  Bibliografía


- Cortina, A. (2013). EL FUTURO DE LAS HUMANIDADES. (Spanish). Revista Chilena De Literatura, (84), 207-217. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=edb&AN=34698402&lang=es&site=eds-live


- Cortina, A. (2013). ¿Para qué sirve realmente… la ética? (Spanish). (2014). Recerca, 14. 143-148. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2051/login.aspx?direct=true&db=hus&AN=95871178&lang=es&site=eds-live


- López, I. (2011). ÉTICA URBANA. LA CONSTRUCCIÓN DE UN ÊTHOS CIUDADANO. Escritos, 19(42), 123-142. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2162/openurl?sid=EBSCO%3aedb&genre=article&issn=01201263&ISBN=&volume=19&issue=42&date=20110101&spage=123&pages=123-142&title=Escritos&atitle=%C3%89TICA+URBANA.+LA+CONSTRUCCI%C3%93N+DE+UN+%C3%8ATHOS+CIUDADANO.&aulast=L%C3%B3pez%2c+Ignacio+Ren%C3%A9+Uribe&id=DOI%3a&site=ftf-live